lunes, 22 de junio de 2009

LA TATARANIETA DE SAMMUZ ARAN -PRIMER PARTE - LA LIBRETA DE ANOTACIONES


Han pasado 150 años desde que mi tatarabuelo escribió su última línea. Encontré su diario en el sótano de mi casa, fechado el 25 de febrero del 2008.

La pasta de la libreta aun conserva su color negro pero se volvió frágil por la excesiva humedad. Mi madre dice que mi abuelo siempre cultivó la literatura en sus hijos, nietos y hasta conoció a los bisnietos. Mi mamá lo conoció, convivió con él hasta que ella cumplió 17 años de edad. Vivió mucho tiempo, la diabetes no lo venció, él acabó con las expectativas que le daban los médicos: no llegará a los 50 años. Vivió 115 nada más.


De mi tatarabuelo heredé muchas cosas, su miedo y admiración por la muerte. Siempre estudió este fenómeno de la vida hasta se graduó con honoris causa, cuando le llegó su hora de partir.

Decían que era bien verbo. Poseía mucha labia, facilidad de convencimiento, tierno de palabras. No lo creí hasta que vi los videos que tenía mi mamá, después quise buscar otros videos y me topé con ese diario. Yo heredé esa labia. Soy la tataranieta ideal, siempre dijo eso, claro si me hubiera conocido.


Me aburre hablar de sus viejos trabajos, mejor de sus maestros. En la libreta venían iniciales como "A-L-P" "J-R-M" entre otras, no sé quiénes son pero los investigaré.

Se imaginan tener 150 años de historia en tus manos, anécdotas que corren por tu sangre. Aquí está la esencia de mi familia. LOS PARRA. Por fortuna, y una bendición de allá arriba, rescaté el blog de mi tatarabuelo. No entiendo sus escritos porque hay muchas metáforas. Eso sí, sus amigas siempre le reclamaban que no entendían, sólo mi tatarabuelo sabía sus rollos.

Hay escritos que retomó mi tatarabuelo de distintos autores. Transcribió poemas, frases, anexos de obras literarias como novelas y cuentos. También escribió los suyos.

Hasta era dibujante aficionado, hizo muchos autoretratos. También dibujó a sus amigos, en especial me llamó la atención un dibujo, de una mujer que no sé quién es. De cariño mi abuelo la llamaba "Dalisky", parece que era como su musa. También había otra que era "Nicotinaw", otra era "Cirene" y muchas más. Eso sí, siempre le sobró inspiración a mi abuelo.

Mi tatarabuela siempre lo apoyó, ella se fue primero, adelantó su camino para esperar a mi "tito" a su andar cruzado por las puertas de San Pedro.


Tengo sueño, me pesan los párpados, me llama la cama por mi nombre. Sahara, la tataranieta de Samuel Parra, así me presenta mi papá, lo dice con gran orgullo porque su esposa es bisnieta de quien dio vida a Felix "El timbiro" Viñero, personaje de sus novelas.


Hasta aquí por hoy.

Sahara Chateó Parra

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