Hace tres semanas se evaporó mi último rastro de inspiración. Quedó enterrado en el Distrito Federal. La esencia de libertad, sus aires de pugnas rebeldes, domesticaron mi espíritu cuando regresé a Mazatlán.
Me amarraron las manos andando entre olas, verdes ataduras, traición del mar, olvidó a quien lloró sobre sus aguas. Amnesia salina, ahoga memorias, quema el horizonte.
Caracoles callan, sirenas graznan. Caminante vacila a medio día, caso omiso aquel destino marca una flecha a punta de lanza.
2 comentarios:
Hermano. Ánimo. Esa inspiración volverá con el tiempo. Volverá porque la magia que traes no se quedó en el DF, la traes contigo. Búscala y la encontrarás.
Silber Meza.
Eshaaaaaaaa, echándole porras a su gordis! jajajaja.
Pero Silberio tiene razón, esa inspiación volverá, sino es que está ahí y no te has querido dar cuenta.
Una abrazote y un beso.
Castrocita 1.0
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