martes, 13 de enero de 2009

DF DÍA 9 - TLATELOLCO

A nadie le importó desde que punto admiró aquel instante del 2 de Octubre cuando Tlatelolco se bañó en sangre. Sólo corrieron en direcciones distintas. Instinto de supervivencia, derechos de los estudiantes. Represión. Rompen cadenas. Hay manifestaciones. Llegan francotiradores. Hay varios edificios que colindan con la Plaza de las Tres Culturas, por ejemplo esta vista se fotografió desde el 12 piso. Desde la explanada los estudiantes corrían despavoritdos tapándose sus cabezas por el roce de las balas. Arriba había águilas sin plumas, uniforme camuflajeado y vista certera para disparar su arma de fuego. En esta azotea se accionaron armas que fueron disparadas en picada inclinada contra el cuerpo de estudiantes.





Porque los niños se convirtieron en hombres cuando sus cuerpos cayeron. A los ojos de los soldados eran iguales. Tenían 15 años de edad. A Rosendo le tocó vivir esa historia. Nadie lo conoció mejor que sus amigos. Hoy lo recuerdan a cuatro décadas de su

desaparición. Nosotros seguimos

vivos. Respiramos. Miramos atrás más no entendemos qué ocurrió porque nos vendieron una historia

digerida. Que la sometieron a filtros. Yo no sé si era Rosendo. Encontré su nombre tallado en piedra. Iluminado por el astro sol. Los relieves de sus sombras se transforman en capas oscuras, duelo y sangre que invisible pasó años y años sin dejarse ver. Manchones rojos no hay. Tampoco cuerpos que llorar, tus recuerdos vagos Nana María te sacan lágrimas de los ojos porque tu hijo se las llevó todas en una noche de llanto.


No hay comentarios: