domingo, 18 de enero de 2009

El inmortal "Jorge Luis Borges"

"""No recuerdo las etapas de mi regreso, entre los polvorientos y húmedos hipogeos.
Únicamente sé que no me abandonaba el temor de que, al salir del último laberinto, me rodeara otra vez la nefanda Ciudad de los Inmortales.
Nada más puedo recordar. Ese olvido, ahora insuperable, fue quizá voluntario; quizá las circunstancias de mi evasión fueron tan ingratas que, en algún día no menos olvidado
también, he jurado olvidarlas""".

Fragmento del cuento EL INMORTAL

La inmortalidad se limita a los ignorantes, a quienes temen dejar este mundo material y no pueden aceptar el hecho de que un día se desconectarán.

La inmortalidad se limita a los sabios, a quienes heredan su sapiensa a los individuos que no la
experimentaron, regalan su vida a los que aún quedan de pie cuando el primero, el sabio, ya no está entre ellos.

Cuando la valentía se mide en los corozones de los hombres, podemos decir que hasta los cobardes merecen este sentimiento. Previsto de muchas esquirlas, este valor refuerza los ligamentos de nuestros brazos, lo que permite cerrar el puño y golpear fuertemente a la vida intangible.

No hay memoria registrada que omita hablar de la muerte, todos la hemos experimentado en carne ajena o casi en nuestros propios huesos. Es la dama de atavíos oscuros. Un caballero que sostiene su guadaña y calza sus huesos mientras anda.

Mejor me callo y no la invoco porque seguro vendrá por mí. Rindo pleitesía al ente sin género aunque muchos la creen una fémina, yo prefiero referirmele como "muerte" sin artículo.

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