sábado, 21 de marzo de 2009

ELEGÍA

Pablo Neruda
Canto general


Solo, en las soledades
quiero llorar como los ríos, quiero
oscurecer, dormir
como tu antigua noche mineral.

Por qué llegaron las llaves radiantes
hasta las manos del bandido? Levántate,
materna Oello, descansa tu secreto
en la fatiga larga de esta noche
y echa en mis venas tu consejo.
Aún no te pido el sol de los Yupanquis.
Te hablo dormido, llamando
de tierra a tierra, madre
peruana, matriz cordillera.
Cómo entró en tu arenal recinto
la avalancha de los puñales?

Inmóvil en tus manos,
siento extenderse los metales
en los canales del subsuelo.

Estoy hecho de tus raíces,
pero no entiendo, no me entrega
la tierra su sabiduría,
no veo sino noche y noche
bajo las tierras estrelladas.
Qué sueño sin sentido, de serpiente,
se arrastró hasta la línea colorada?

Ojos del duelo, planta tenebrosa.
Cómo llegaste a este viento vinagre,
cómo entre los peñascos de la ira
no levantó Capac su tiara
de arcilla deslumbrante?

Dejadme bajo los pabellones
padecer y hundirme como
la raíz muerta que no dará esplendor.
Bajo la dura noche dura
bajaré por la tierra hasta llegar
a la boca del oro.

Quiero extenderme en la piedra nocturna.
Quiero llegar allí con la desdicha.