jueves, 9 de abril de 2009

Niñez que extraviamos "Un mundo de caramelo"

Ambas fotografías fueron tomadas en Camécuaro, Michoacán, allá por 1987, yo nací en 1982. La persona que me acompaña es mi Tío Alfredo Sánchez Sánchez.




A muchas personas les he escuchado decir "crecer duele". Nos desprendemos de una etapa que formó una capa de nuestra vida, es como si cambiáramos de piel. No somos serpientes para arrancarnos la dermis pero a veces muchos se arrastran como vípedos venenosos.

Extraviamos la niñez, por casualidad avanzamos mientras crecemos porque uno aprende cosas nuevas que nos eran lejanas o ajenas cuando niños. A mi me gustaba jugar con los monos de lucha libre ¿Recuerdan esas figuras de plástico con una mano arriba y la otra pegada a las costillas? La pintura de esos muñecos se caía a pedazos y la máscara del personaje perdía su mística. Esa fue mi niñez, las figuras de acción. También los coches Hot Wheels, los paquetes económicos de 25 carros que en una caja incluía carros de carreras, trailers, autos de Fórmula Uno, camiones de volteo entre otros autos. Y ni se diga de los juegos de mesa como Pulgas locas, hipo locos, Turista, Uno y cientos de juegos más.

Y a mis 26 años me pregunto ¿Por qué ya no juego con figuras de acción? Me cuesta 30 pesos comprar un cuadrilatero de lucha libre, construído con madera para tener mi copia de la Arena México. Además incluye cuatro luchadores con capitas de plástico. Es una inversión riesgosa porque 30 pesos significa tres cervezas en el bar La Tertulia en Mazatlán, una chela en el bar El Centenario de la Colonia Hipódromo Condesa, además sobran 8 pesos porque vale 22 pesos. Mientras que en el bar Cerdo de Babel me cuesta 20 pesos y sobran 10 pesos para una caja de cigarros Camels si es que no ha subido su precio ajajaja.

Prefiero un vicio nocivo contra mi salud. Jugar con figuras de acción no me causará cáncer como el cigarro. A menos que la pintura de los monitos tenga plomo jajaja. El punto es que nosotros mismos, que yo hago esa división. Me quiero saltar a otra etapa ya, los cuadriláteros de juguete no me atraen, me aburren, mejor me tiro a la cama con un libro, mi iPod, una mujer, una chela, mi computadora, un periódico y hasta un cachito de lotería para pensar en la inmensidad de la suerte contra mi... yo contra casi 100 millones de mexicanos para llevarme un premio.

Niñez que extraviamos, esa etapa es un mundo de caramelo. Tiene un sabor empalagoso, dulce, ácido cuando nos va mal y picante cuando nos enojamos. Creo que Danna Paola lo expresa mejor en la canción "Quiero un mundo de caramelo", tema musical de la telenovela "Atrévete a soñar".

En mi Facebook anteriormente escribí "Un mundo de caramelo? En el cine las palomitas, los raspados para el calor. Picosita la vida, dulcesito el amor. MMM tenía mucho sin escuchar una canción infantil o juvenil puberta tan pegajosa. ¿Puedo ser pedófilo o Danna Paola ya alcanza el timbre? ajajaja".

Me arrepiento por mis pensamientos sexuales hacia esta huerquilla (como dicen los oriundos de Saltillo), iré a confesarme y rezar tres Padres Nuestros.

Después del paréntesis de lamentos continuo mi relato, Danna Paola y la campaña de mercadotecnia atrás de ella me jalaron con esa canción. Tiene mi atención porque miestras escribo esta entrada yo escucho su canción en You Tube. Es una melodía sencilla, posee metáforas que no complican la existencia de quien las escucha porque a quién no le gustaría que cayeran dulces desde el cielo, que las estrellas fueran piñatas y que nuestro mundo sea de caramelo para que sepa mejor.

A mis 26 años y en pláticas con una amiga, que omito su nombre por petición personal ajajaja, me preguntó ¿Cuando te cases quieres tener muchos hijos? Yo respondí que sí. Quiero ser un padre consentidor, tener mínimo tres hijas que me digan "Papi, papi ¿Te hacemos piojito, te traigo tus pantuflas y tu periódico? Ajajaja llevarlas de compras cuando tenga dinero y compartir los cuatro una nieve. Cultivarles las bellas artes y la gracia de la lectura. Sus nombres sería Charlotte, Samantha y Jannis (Claro por mi gusto hacia Janis Joplin ajajaja. Solo espero que esto no la vuelva lesbiana). A través de mis tres hijas recuperaré mi niñez viéndolas crecer hasta que un gañán llegue a la puerta de mi casa preguntando por ellas.

Y en la plenitud de mi vida, cuando necesite un bastón para caminar, reviviré mi niñez. Perseguiré a mis nietos, haré caras y ruidos extraños para hacerlos reír. Las arrugas no desaparecen, mis canas tampoco pero puedo sonreír como cuando tenía cinco años y la niñez jamás se extravió.